Condiciones adversas: Puerto Natales

El primero de mayo salimos de Puerto Natales con rumbo hacia Cerro Castillo. Me habían hablado maravillas de ese pueblito y es una vía de acceso rápida para entrar a las Torres del Paine. Sam decidió quedarse para explorar Punta Arenas un poco más pero acordamos encontrarnos en el hostal Loreto Belén en Cerro Castillo.

Charlie preparándose para salir de Punta Arenas

El camino hacia Puerto Natales, punto de pasada en el viaje fue pesadísimo. Comenzó con vientos fuertes que me obligaron a ir a 80-85kph. La pequeña Inmortal no podía darle más con semejantes condiciones. Habíamos salido justo a tiempo porque en durante todo el camino había una masa de nubes grises que amenazaban con estropear nuestro viaje. Charlie y Fernando pudieron esquivar la primera etapa pero yo no tuve la misma suerte. Paré un momento para rellenar mi tanque y cuando había terminado el viento se llevó mi galonera. Traté de perseguirla pero se perdió entre los matorrales de un pastizal de ganado. No solo eso, la nube me había alcanzado y me estaba derramando encima la lluvia más pesada que había pasado hasta el momento. Cuando alcancé a mis amigos en un restaurant al lado de la carretera, estaba empapado. Ellos estaban completamente secos. Eso es lo que significa 7 minutos de separación.

No todo lo que brilla es oro.

El menú que nos sirvieron me llenó de energías y aproveché la estufa del local para tratar de secar mi ropa. Estaba ligeramente mojado por dentro y no tenía idea cómo había entrado el agua. Me volví a poner mi ropa húmeda y partimos. Esperaba que lo peor había quedado atrás pero más adelante nos tocó un combo de lluvia y nieve. Ya no podía más con este clima y bajo esas condiciones no llegaría a Cerro Castillo. Entré a Puerto Natales cubierto de hielo buscando a mis amigos que me habían sacado ventaja. Después de media hora los encontré en una estación de servicio tras haber preguntado por alojamiento en varios lugares pero todo estaba cerrado tanto por el 1ro de mayo como la temporada baja. Llamé al hospedaje de Cerro Castillo pero no contestaron. Lo más probable era que allá arriba tampoco haya nada. Nos terminamos quedando en el Mwono Lodging y tras dejar nuestras cosas en la habitación, salí a dejarle un mensaje a Sam en todas las estaciones de servicio del Natales (eran tres). Era la única forma que teníamos de comunicarnos con él. Dudamos que él también se haya aventurado a ir hasta Cerro Castillo.

Haciendo tiempo por Puerto Natales

El día siguiente Charlie volvió a tener problemas con su alternador. Encontramos un taller y yo metí a la Inmortal para que le limpien el filtro de aire nada más. Lo que encontró el mecánico fue algo de lo que yo ya no quería ni pensar. Tal como me dijo Chiwy en Bariloche, la cadena estaba a punto de romperse. Ya no se podía tensar más. El origen de tanto desgaste a la cadena era que una parte de la corona de la rueda posterior se había gastado y estaba girando fuera de centro. La solución propuesta: cambiar la cadena y el sprocket, y en Natales no habían esos repuestos. Por lo menos sabíamos que ese día no iríamos a ver las Torres. Nuestro mecánico de turno, el buen Samuel, improvisó una camisa de acero para compensar el desbalance de la corona y le puso una guacha perteneciente a una lancha para reemplazar a la anterior. Todavía me quedaba un buen pedazo de la otra cadena que había comprado Antofagasta pero no era suficiente para poder cerrarla. Tuve que comprar OTRA cadena en una tienda de bicicletas. La cadena era de la misma medida y decía para motocicletas pero el grosor de los eslabones era más delgado así que sigo bajo la impresión que mi moto está actualmente rodando con partes de bicicleta. Todo lo que sea para completar el viaje. Lo bueno es que el servicio me salió un poco más barato de lo esperado porque yo hice la mitad del trabajo. Siempre es valioso tener las ganas de ensuciarse las manos. Terminas aprendiendo mucho.

Ensuciándome las manos Nuestro nuevo amigo Samuel y el bromista de Charlie

Reparar las motos nos obligó a quedarnos una noche más en Natales pero fue afortunado resolver esto en una ciudad y no en medio de la Reserva Natural. Y pensar que yo solo quería limpiar mi filtro de aire.

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luis tenorio

Luis es un ingeniero en eterna búsqueda de aventura. Actualmente se pasa la vida viajando por el mundo y escribiendo relatos y código fuente. Es el creador de Cartas del Mundo y Vuelta Sudamericana y el director informático de The Glutton's Digest.

2 thoughts on “Condiciones adversas: Puerto Natales”

  1. Luis sigo cada uno de tus aventuras, que hermosos paisajes, me da mucho gusto que ahora sigas la ruta con amigos, todo lo que estas pasando sera una maravillosa experiencia para ti, sigue con tus precauciones, se que Dios esta contigo ,un gran abrazo,tu mami

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