La familiaridad de un lugar desconocido: Santa Cruz de la Sierra

La ciudad de Santa Cruz está diseñada en anillos concéntricos, siendo la Plaza 24 de Septiembre el centro absoluto. Es una forma interesante y ordenada para planificar el crecimiento de una ciudad. Me dirigí hacia el primer anillo donde estaba el hospedaje que me habían recomendado pero al llegar, parecía que había una manifestación justo en frente de lugar así que me di la vuelta y probé en otra parte. Un poco más lejos encontré otro lugar con un exterior muy simple pero que resultó ser extremadamente agradable. Metí la moto a un corredor usando una rampa improvisada que terminé partiendo por la mitad. Son cosas que pasan.

Durante el día me paseaba por las calles del centro bajo los arcos coloniales de las veredas. Desde el primer día parecía como si hubiera estado viviendo ahí durante meses. Caminaba por las calles, saludaba a todo el mundo, y prestaba atención a los cruces ya que los carros tenían poco o ningún respeto a los peatones. Había que tener muchísimo cuidado en las esquinas ya que los semáforos solo estaban de adorno. En la plaza central pude disfrutar de los edificios históricos y una imponente catedral. No había entrado a una iglesia en mucho tiempo y había olvidado lo sereno que es el interior cuando no hay misas ni celebraciones.

Catedral de Santa CruzConsejo Nacional

Interior de Catedral  Banderas de Bolivia y Provincia de Santa Cruz Escudo NacionalCalles de Santa Cruz

Aproveché para ver una exposición en el Centro Cultural. Las obras eran de Gonzalo Cardozo y sus trabajos consisten en crear esferas de piedra. En el interior pasaban un video de cómo formaba una esfera desde que escogía la piedra hasta que le daba la pulida final. Yo estaba completamente cautivado por el proceso y el significado que le daba a cada piedra. Según Cardozo, las piedras guardan la memoria y la energía del planeta y eso las hace muy especiales ya que ningún organismo viviente puede conservar la misma cantidad de historia que una piedra.

Obras de Gonzalo Cardozo El camino de la tierra Te presto mi hogar

La noche antes de irme salí a dar una última vuelta por la plaza y me gané con los fuegos artificiales para la inauguración de un parque municipal. Además pude apreciar el centro magistralmente iluminado.

 Catedral Inaugurando parque nuevo Campanario iluminado

Tres días fueron suficientes para descansar todo lo sufrido atravesando El Chaco. La mañana del 12 de junio alisté mis cosas y saqué la moto del hospedaje mientras celebraba el gol de Argentina que terminaría ganando el partido contra Nigeria. Me iba en una buena nota.

El clima se empezó a calentar rápidamente al entrar a la región del Beni. Todo tomó un aspecto tropical y yo sentía que estaba empezando a sudar un poco. Paré en una estación de servicio para llenar el tanque y llenar mi estómago. Apenas estacioné la moto debajo de un árbol sentí chorros de sudor bajar por mi frente. La brisa generada al estar en movimiento hacía un buen trabajo de mantenerme fresco pero apenas me detuve, todo el calor se me vino encima en un instante. Almorcé rápido y fui a llenar el tanque. Abrí la tapa y me bajé de la moto, como la había hecho innumerables veces antes, pero al hacerlo en esta ocasión, accidentalmente pateé el llavero que seguía colgado de la tapa y la llave de la moto terminó así:

¡Qué babooosoooo!

Me costó bastante trabajo volver a enderezarla y no quedó perfectamente alineada pero sí lo suficiente para encender el motor y abrir el tanque. Es lo único que importaba.

Pasando de la región de Santa Cruz al Beni

Pasaban las horas y seguía lejos de Trinidad. El marcador de kilómetros parecía avanzar muy lento  y nuevamente empezó a ocultarse el sol. Con la luz del crepúsculo sería suficiente para recorrer los últimos 30km que faltaban. El problema era que en estos 30km ya no había asfalto. Nuevamente tenía que atravesar caminos de tierra llenos de huecos con la diferencia que ahora era de noche. Para empeorar la situación, los camiones levantaban tanto polvo que no se veía casi nada. La técnica de ponerme detrás de un camión como método de protección ya no me servía, es más, me ponía en mayor peligro. Adelanté a todos los camiones que tenía adelante y así logré un mejor visibilidad. Entrando a Trinidad a eso de las 7pm me comí un pollo a la brasa que no estaba muy rico y caí rendido en el primer hotel que encontré.

Viendo los últimos rayos de sol del día. Un hermoso atardecer en el Beni.

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luis tenorio

Luis es un ingeniero en eterna búsqueda de aventura. Actualmente se pasa la vida viajando por el mundo y escribiendo relatos y código fuente. Es el creador de Cartas del Mundo y Vuelta Sudamericana y el director informático de The Glutton's Digest.

3 thoughts on “La familiaridad de un lugar desconocido: Santa Cruz de la Sierra”

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    saludos!!

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